EL
AÑO 2012 Y LA EXPLOSIÓN DEMOGRAFICA
“La
cuarta parte de las personas que alguna vez han vivido sobre la tierra, están vivas
en la actualidad”, declaró hace poco Geoffry N. Calvert, director de la sección
actuarial consultativa de una compañía internacional de seguros.
Se
han necesitado unos seis mil años para que la población de nuestro planeta
llegara a los cinco mil millones de habitantes. Suponiendo que la tecnología y
el aumento de la población sigan el mismo ritmo de ahora, los actuarios
predicen que para el 2012 la actual población duplicará.
Entonces
el fin de nuestra era puede ser un periodo muy significante de la historia de
la rápida superpoblación de la tierra.
¿Cómo
se alimentarán esos millones de nuevas bocas? La verdad es que mientras que la población
crece rápidamente, la población acta para la producción está declinando.
Para
el año 2012 la tierra arable por persona decrecerá con tal prisa que habrá una
crisis de tierra productiva, a menos que el avance de la tecnología pueda
permitir el cultivo de las tierras actualmente no aptas para producir más
alimento.
Con
menos tierra y más boca que alimentar, el fin del tiempo puede producir una
crisis de alimento que pondrá a prueba a los economistas y estadistas de ese día.
Dice
el científico y novelista C. P. Snow: “Lo
más terrible es que muchos millones de personas de los países pobres, va a
morir de hambre ante nuestra vista. Los veremos morir en la pantalla de nuestro
televisor”.
A
no ser que haya una reforma agrícola y
un control de la población agrega C. P. Snow: “La gran catástrofe sucederá antes del fin del siglo. Los países ricos estarán
rodeados por un mar de hambre que afectará a centenares de millones de seres humanos”.
El
petróleo es vital para el bienestar y el progreso de la humanidad. A medida que
aumenta la población las exigencias de petróleo también aumentarán.
A
menos que la ciencia y tecnología descubran
sustitutos del petróleo, o menos que se desarrollen circunstancias ahora
imprevistas, los estudios estadísticos muestran la disminución de las actuales
reservas conocidas y revelan que las fuentes de petróleo se agotaran alrededor del
año 2012.
¡Sombría
perspectiva para los operadores de gasolineras, para los conductores de automóviles
y para la raza humana!
El
gas natural es la fuente de energía para calefacción y luz de millones de
hogares en el mundo. Y la fuente de este producto no es inagotable.
Algunos
científicos predicen que las reservas del gas natural de los Estados Unidos se terminarán
en los próximos 38 años. Si se descubrieran en los EE. UU. Nuevas reservas de g as cinco veces mayores
que las actuales, alcanzarían apenas para once años más.
Tal
vez la tecnología puede producir otras fuentes de calefacción, pero esa posibilidad
es insegura. Se puede producir gas hulla que relativamente es más abundante;
pero eso entraña también problemas.
El
fin del tiempo podría ser un año crítico para la población que dependa de gas
natural. ¿Qué ocurrirá entonces?
Los
metales como el cobre, el plomo el zinc y el hierro son vitales para el
progreso del mundo. Los cálculos acerca de la futura disponibilidad de estos
materiales provocan seria consideración.
Otra
vez se debe pensar en la posibilidad de un futuro aumento de la tecnología y la
ciencia, pero a menos que se descubran nuevas fuentes y se creen sustitutos o a
menos que el avance de la ciencia encuentre otras soluciones al problema de la
falta de estos minerales, las décadas venideras
serán ciertamente cruciales.
Los
estudios estadísticos que muestran el agotamiento de esos minerales revelan que
el cobre, el plomo y el zinc estarán por acabarse poco después del término de
esta década. El hierro existe en mayor abundancia, pero en las generaciones
futuras será muy común que este elemento
sea agotado. El índice de su terminación llega a noventa años.
En
la revista Time, del 3 de noviembre de 1975, el Instituto Forestal de
los Estados Unidos publico un anuncio que decía: “Si se acaba la madera para el 2000, no diga que no se lo advertimos en
1975”.
Ese
mismo anuncio agregaba: “Este no es un
mensaje del juicio final, es un hecho. Para el año 2000 la exigencia de madera
en este país de productos de madera, se duplicara. Al paso que vamos, esa
demanda no se podrá satisfacer. Estamos sembrando
más árboles de los que cortamos, pero no
es suficiente para satisfacer la demanda
duplicada que habrá de aquí a veinticinco años”.
La
construcción de casas, de muebles y de miles de artículos indispensables
depende de la madera. A menos que un despertar de ese país pueda solucionar la disminución
de la madera, habrá problemas para el fin de este tiempo.
La
explosión demográfica, el agotamiento de la tierra arable, la crisis del petróleo
y del gas natural, el agotamiento de la madera, la extinción de la vida animal,
los problemas de contaminación – todas estas crisis parecen enfocarse al fin de
este tiempo o alrededor de esa hora de la verdad. ¿Qué significa todo eso? ¿Por
qué todos esos agotamientos van a suceder al mismo tiempo?
Hay
algo definido en el ambiente. Todo lo que nos rodea trasluce una extraña y
singular historia. Todo lo que sucede en este mundo parece estar en agitación. No
hay duda de que estemos en el umbral de raros y fantásticos eventos. Inexorablemente,
la raza humana va siendo arrastrada hacia el borde de un extraño clímax.
Ya
Wiston Churchill lo dijo una vez: “Parece
que estuviéramos moviéndonos inexorablemente empujados contra nuestra voluntad,
contra la voluntad de cada raza, de cada pueblo y de cada clase, hacia una
espantosa catástrofe. Cada uno desea detenerla,
pero no sabe cómo.”
Una
de las escritoras más prolificadas de todos los tiempo ha emitido este juicio: “Estamos viviendo en el tiempo del fin. Las señales
de los tiempos en rápido cumplimiento declaran que la venida de Cristo está muy
cerca. Los días que vivimos son solemnes e importantes. El Espíritu de Dios,
gradual y seguramente se están retirando de la tierra. Las plagas y los juicios
ya están cayendo sobre los que desprecian la gracia de Dios. Las calamidades
por tierra y mar, el inquieto estado de la sociedad, las alarmas de guerra, son
portentosos. Anuncian próximo eventos de magnitud”.
“Las agencias del mal están combinando sus
fuerzas y consolidándose. Se están fortaleciendo para la última crisis. Grandes
cambios sucederán pronto en nuestro mundo, y los movimientos finales serán rápidos”
“La condición de las cosas en el mundo
muestra que tiempos turbulentos están sobre nosotros”. (E. G. White. Testimonies,
El
evangelista Bill Graham nos recuerda: “En
medio de todo pesimismo, de la lobreguez y la frustración de los círculos intelectuales,
hay una gran esperanza, la promesa del regreso de Cristo a esta tierra. El dijo:
“Si me fuere y os preparare lugar,
vendré otra vez”. De todos los temas enseñados en la Biblia éste es uno de los
mayores”.
La
palabra de Dios declara que no podemos saber el día ni la hora de la segunda
venida de Cristo y del fin del mundo (ver Mateo 24: 36). Pero la Biblia
da muchas señales. La Epístola a los Hebreo explica que aunque Dios creó la
tierra, ésta se envejecerá “como una vestidura” (Hebreos 1:11).
Esto
es lo que está sucediendo a nuestro alrededor. El cielo y la tierra que la
rodeo ya está envejeciendo. La Inspirada predicción anuncia también que Dios
los envolverá y los mudará. Y las profecías afirma que Dios creará “Cielos
nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 S. Pedro 3:13).
No
estamos proponiendo que la segunda venida de Cristo ocurrirá en el 2012. Ni siquiera
declaramos que sea alrededor de esa fecha. La fecha precisa del regreso de
nuestro Señor esta en las manos de Dios. Puede muy bien suceder antes o después.
Cuando notamos la rápida deterioración de la tierra, el cercano agotamiento de
las reservas de elementos vitales para la existencia humana, y el
desvanecimiento de las cualidades morales que preservan la civilización, uno se
pregunta cómo podrá un justo Dios tolerar la desafiante rebelión y
pecaminosidad del hombre durante dos o
tres décadas. Esto queda en sus manos. Debemos estar alertas porque Satanás está
utilizando todos sus esfuerzos para engañar a las personas y así desviarlos de
la verdad, proponiendo fechas que no están establecidos en la Biblia.
¡Nos
espera el periodo más fantástico de la existencia de esta tierra! ¡Algunos
serán grandiosos e incitantes eventos, pero otros serán horripilantes y
destructivos!
El
descenso de la lluvia tardía, la obra del sellamiento, el fuerte clamor, el zarandeo,
la terminación de la predicación del triple mensaje angelical, el completamiento de la obra de
Cristo en el santuario celestial, el tiempo de angustia, la legislación dominical,
el éxodo de las ciudades, el decreto de muerte y la gloriosa libración final,
todo podría ocurrir en nuestros días.
Lo
que será un desastre para el pecador, traerá gozo y regocijo para el verdadero
hijo de Dios. Estos acontecimientos no lo encontraran desprevenidos y no serán por
profecías que no tengan fundamentos bíblicos. Ha estado a la expectativa y
espera el retorno de su Señor. Ahora está preparado. Agradece a Dios por la liberación
y se regocija que al fin estará con su amante Jesús. “Vosotros, hermanos, no estáis
en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón“. (1 tesalonicenses)
Los
amados de Dios saben lo que está sucediendo ahora. Reconocen las señales de la
segunda venida de Cristo. Han estado esperando su aparición. La han anhelado,
han orando por ella, han trabajado por ella, han vivido para ella. Ahora ésta
es una bendita realidad y se regocijan. Recuerden las palabras de su Maestro: “Cuando veáis que suceden estas cosas, sabed
que está cerca el reino de Dios”. (S. Lucas 21: 31)
De
muchas cosas podemos no estar seguros. Pero de una cosa estamos seguros: Los
acontecimientos que están sucediendo tan rápidamente a nuestro alrededor
anuncian que Jesús volverá pronto.