Viene el Nuevo Orden Mundial

¿Está usted listo?
Manténgase con nosotros para que obtenga revelaciones tan asombrosas que usted nunca volverá a ver las noticias de la misma forma.
Nuestra sociedad se está deteriorando, y los cristianos que creen en la Biblia están mal preparados para enfrentar ese deterioro. La bancarrota moral de nuestra sociedad está bien documentada.
Pocas personas entienden por qué hemos quedado en bancarrota moral. Sin embargo, cuando observamos nuestra sociedad a través de los ojos de Dios, a través de la Biblia, podemos ver fácilmente por qué enfrentamos los problemas sin precedentes de hoy. Quédese atento,  manténgase con nosotros para que
Hemos estudiado los lazos entre las Sociedades Secretas y la implementación del Nuevo Orden Mundial. Estudiaremos cómo el Vaticano podría estar ahora totalmente controlado por estas Sociedades Secretas, en camino a completar la Religión del Nuevo Orden Mundial, que estiman es una parte indispensable de su Nuevo Orden Mundial.
Discutiremos este tema a partir de varias fuentes:
"The Broken Cross" (La cruz torcida), por Peirs Compton, 1981. "The Occultic Conspiracy: Secret Societies -- Their Influence and Power in World History" (La conspiración ocultista: sociedades secretas -- su influencia y poder en la historia mundial), por Michael Howard, 1989. "Behold A Pale Horse" (He ahí un caballo blanco), por el autor cristiano Bill Cooper, 1991. Miremos primero "The Broken Cross".
Compton es un ex editor de un periódico católico, "The Universe". El traza la presunta infiltración de la Iglesia Romana por los Illuminati. El autor es un católico tradicional y aún practicante, que ha escrito este libro como protesta contra el abandono por la Iglesia Católica de sus enseñanzas tradicionales de la doctrina cristiana. Compton se lamenta:
"Hay un sentir en el exterior de que nuestra civilización está en peligro de muerte. Es un despertar reciente...
Porque la civilización declina cuando la razón se pone de cabeza, cuando lo malvado y abyecto, lo feo y corrupto, son convertidos aparentemente en las normas de las expresiones sociales y culturales... cuando la maldad, bajo una variedad de máscaras, toma el lugar del bien".


Por: Robinson Valencia
El cristiano encuentra algunas cosas muy difíciles de entender. Una de ellas el dolor y el sufrimiento de los hijos de Dios. Cuando pasan por el dolor y la prueba, muchos se preguntan: “Si yo soy hijo de Dios ¿Por qué me suceden estas cosas?” Si el ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, ¿Por qué sufrí este accidente?” Los interrogantes se multiplican y se agravan cuando nos comparamos con otros que según nos parece, sufren menos a pesar de que no son fieles a Dios.
El dolor y el sufrimiento son una realidad de la vida que afecta a todos los seres humanos, sean cristianos o no. El sufrimiento es un hecho de la vida. La vida es injusta. Vivimos en un mundo caído donde reina el pecado y la muerte. Dios quiere rescatarnos de aquí, pero el rescate es doloroso para el y para nosotros. Quizás te preguntes: “¿Cuál es,  la diferencia entre el que sirve a Dios y el que no le sirve?”
Sí hay una diferencia.  Los cristianos tienen una ventaja. Como hijo amado de Dios, el creyente cuenta con la dirección y la presencia de su amoroso Padre Celestial. El Señor dice en su Palabra: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegaran. Cuando pases por el fuego, no te quemaras, ni la llama arderá en ti” (Isa. 43:2)
Dios no te ha prometido librarte del sufrimiento. Lo que sí te asegura es que estará contigo en el horno de la aflicción  hasta el final. Busca al Señor en tiempo de paz, para cuando llegue el tiempo de la crisis puedas tener confianza en él. Entonces tu primera reacción será confiar en Dios, buscar y clamar en oración a tu Padre Celestial. Buscar a Dios en los buenos y malos tiempos te ayudará a recordar tu posición como hijo de Dios.


Los investigadores del crecimiento de iglesia admiten que es difícil explicar con certeza por qué algunas iglesias crecen y otras no. El crecimiento de iglesia es complejo, y no hay manera de reducir esa complejidad a una simple fórmula.1 Sin embargo, especialistas en el crecimiento de iglesia tales como Peter Wagner, Christian Schwarz y Ken Hemphil han estudiado este fenómeno en diferentes países y culturas y han desarrollado varios modelos que promueven iglesias saludables y crecientes. Un análisis de estos estudios y observaciones de campo indican que las iglesias crecientes y saludables manifiestan 10 características específicas.
1. Poseen un liderazgo entrenado y visionario.
Las iglesias crecientes tienen líderes visionarios. Estos dirigentes son optimistas que “precipitan”, concentran y lideran todas las actividades de la iglesia hacia la visión de Dios para esa iglesia y aquello que realmente produce crecimiento. Generan entusiasmo. Son agentes de cambio que conocen las necesidades de la comunidad y de la iglesia y cómo atender esas necesidades usando los dones de los miembros de iglesia. Por esta razón estos dirigentes se transforman en líderes capacitadores. Los estudios de Schwarz muestran que los pastores de las iglesias crecientes reconocen el potencial de sus laicos. Esos pastores no necesitan ser superestrellas; basta con que sean gente que entrena a otra gente para el servicio.2

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