El colmo de la intolerancia y la censura a la libertad
religiosa continúa siendo grave en Chiapas. Recientemente cinco niños
evangélicos fueron expulsados de una escuela pública controlada por católicos
tradicionalistas en una comunidad indígena del mismo lugar, ubicada estado del
sur de México.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH,
Defensor del Pueblo) se pronunció por la violación de los derechos de estos
menores de edad y emitió un comunicado en el que enfatizó “a superar y
erradicar la intolerancia religiosa ante los hechos ocurridos en la comunidad
de Shulvó, en el municipio de Zinacantán, Chiapas”.
Los niños son parte de ocho
familias evangélicos que en noviembre pasado fueron expulsados de Shulvó por
negarse a cooperar para las fiestas religiosas católicas y se refugiaron a unos
15 kilómetros, en la vecina ciudad colonial de San Cristóbal de la Casas.
Sin embargo los menores seguían
acudiendo a la escuela en Shulvó para no perder el ciclo educativo, contando
con el apoyo de profesores que les recogían en San Cristóbal de las Casas y los
llevaban a la comunidad católica. Pero las autoridades católicas
tradicionalistas de Shulvó, comunidad de indígenas tzotziles, no les
permitieron seguir asistiendo a la escuela.
Mariano Pérez, representante
del grupo de las ocho familias expulsadas, explicó que las autoridades
católicas de Shulvó les dijeron a los maestros “los niños ya no pueden entrar a
la escuela porque ya perdieron su derecho a recibir clases”.
Debido a esta censura las ocho
familias, integradas por 40 personas, se mantienen en plantón desde enero
pasado frente a la fiscalía para asuntos indígenas en San Cristóbal de las
Casas para exigir que se les permita retornar a sus hogares y se respete su
derecho de asociación religiosa.
F: EFE