Sumándose al debate que se desató entre los medios de comunicación
y el Gobierno, la jerarquía de la Iglesia Católica en Bolivia cuestionó
en un comunicado público el contenido del proyecto de Ley contra el
racismo por considerar que atenta contra la libertd de expresión; el
Presidente Evo Morales respondió con dureza e, incluso, aseguró que
quienes se oponen a la norma “son racistas confesos”.
El Presidente de Bolivia, Evo Morales, lanzó duras críticas en contra
de la Iglesia Católica por el pronunciamiento que el pasado fin de
semana emitió la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) cuestionando el
contenido del proyecto de Ley Contra el Racismo, aprobado en la Cámara
de Diputados y puesto a consideración del Senado. Para el Mandatario, la
Iglesia “no debe meterse” en asuntos de Estado “y hacer política”.
“Yo me acuerdo que cuando yo visité al Papa y le hablé de acabar con
el celibato, el Papa me dijo que el Estado no se meta a la Iglesia,
situación que yo acepté, pero ahora algunos miembros, jerarcas de la
Iglesia, se meten al Estado y hacen política”, dijo Morales en
conferencia de prensa realizada en Palacio de Gobierno según el
periódico digital Erbol que recordó que en junio, el Presidente
Boliviano se reunió con el Papa y le propuso acabar con el celibato
sacerdotal.
El polémico proyecto de Ley desató en Bolivia un debate entre los
medios de comunicación y el partido de Gobierno (que tiene mayoría
parlamentaria) respecto a uno de los artículos de la norma en el que se
sanciona con el cierre de aquellos medios que difundan mensajes racistas
o discriminatorios. Para los dirigentes del periodismo boliviano la
norma se convertirá “en una mordaza” que restringirá la libertad de
expresión.